La tecnología capaz de atrapar la luz en movimiento.

Pronto se cumplirá un siglo desde que, a mediados de los felices años ’20, un ingeniero estadounidense llamado Harold Edgerton consiguió asombrar a todo el mundo con sus primeras fotografías estroboscópicas en las que podía capturar el movimiento utilizando una cámara capaz de realizar exposiciones de una millonésima de segundo.

Las imágenes de ese mundo congelado en un instante dieron la vuelta al mundo y durante los siguientes años continuó sus investigaciones consiguiendo cámaras cada vez más rápidas y precisas. Sus capturas se contemplan ahora como una prodigiosa unión de tecnología y arte, e incluso se exponen en galerías y museos.

El tiempo ha pasado desde las innovaciones técnicas de Edgerton y es posible que te preguntes cómo son las cámaras más rápidas del mundo ahora y cuánto hemos avanzado desde entonces. La respuesta es que hemos multiplicado miles de veces esa velocidad y ahora existen cámaras capaces de alcanzar cien mil millones de frames por segundo; es lo que se conoce como “Femtofotografía”.